Alguien me preguntó ayer porque siempre dibujo árboles y la verdad no había caído en la cuenta consciente de que se había transformado en un tema recurrente.
Para mi son uno de los elementos mas bellos de la naturaleza. Están ahí, enterrados e inmóviles pero conectando realidades opuestas, todo lo que está en la superficie y el mundo subterraneo, contienen y sostienen estos mundos, comunicándolos y retroalimentándolos con energía que fluye en forma constante de un polo al otro.
Son realmente monumentos naturales que ademas de ser fascinantes en su forma tienen tremendos significados, como soporte, sabiduría, conexión a tierra, (la que tanto se necesita en esta vida para no andar volando, tantas veces sin rumbo), regeneración, alimento, calor, energía, madurez, creatividad, reproducción, asentamiento, entre otros.
Desde un punto de vista estético, son una maravilla arquitectónica natural que inspira al que los mira y observa. Sus siluetas magistrales nos dan tranquilidad y seguridad.
¿Y que decir del sentarse a la sombra de un árbol?, Ahí se encuentra descanso, pausa, tiempo para meditar o para poner a caminar la imaginación creadora...no sé, son bellos, me gustan, los disfruto, los planto cada vez que puedo y tantas otras veces los dibujo.
